LA PARTIDA 3915: Importación de desechos plásticos en Ecuador
Latin America & the Caribbean - Plástico -A unque el Convenio internacional de Basilea parece que debiera prohibir la exportación de desechos tóxicos, en la práctica esto no siempre ocurre. EE. UU. sigue sin ratificar ese acuerdo internacional. Y además se recurre a subterfugios lingüísticos, como ocurre en Ecuador en la importación de basura plástica, reclasificando tales residuos como “materia prima” de una industria tolerada. La importación se hace bajo la partida aduanera número 3915, que da título a este excelente libro. Su editora, Fernanda Solíz, que dirige actualmente el Área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito, es conocida por otras publicaciones anteriores. Una de ellas titulada Ecología política de la basura llevaba un prólogo de su mentor, el Dr. Jaime Breilh, y una introducción mía. Junto a ella, la periodista Susana Morán, el Área de Salud y la reciente Alianza Basura Cero Ecuador hacen parte del equipo de investigación y denuncia.
En la ecología política nos preocupamos de la energía, de los bosques y los cultivos, de la minería de metales, de los ríos y el agua, de la pesca, del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y está bien; pero no nos preocupamos lo suficiente de los desechos y residuos (más allá del exceso de dióxido de carbono), que sin embargo sí que aparecen en las protestas ciudadanas por la contaminación y por riesgos de los vertederos o tiraderos de basuras y el peligro de la incineración. Hay movimientos
internacionales como GAIA en contra de la incineración por
el riesgo de dioxinas y hay conflictos sobre la cuestión desde California y México hasta Europa y la China. Por el contrario, algunos tratan de disfrazar el uso de residuos plásticos como materia prima (que evita tanto la incineración como los rellenos en tierra) y los ven como parte de una “economía circular” que no existe más que en la imaginación. En vez de disminuir su producción, se exportan del Norte al Sur, como insumos baratos pero peligrosos tanto químicamente como biológicamente. La investigación revela por ejemplo que las mangueras de plástico que se han empleado en regadíos y que son exportadas de EE. UU. a Ecuador (para su reciclaje) llegan llenas de tierra. Una receta para las invasiones biológicas.
El uso de plásticos ha crecido mucho y la alarma mundial por los desechos también. Una manera de disimular esos residuos consiste en exportarlos desde el Norte a los países más pobres. Y ahí se inicia este libro, con el escándalo de ver a Ecuador en un artículo en The Guardian en la lista de los mayores importadores de desechos plásticos. El libro desmenuza esta cuestión, explica el uso que se hace en Ecuador de los plásticos en la industria del banano y también en otras actividades. Se pregunta, respondiendo con muchas cifras y algunas opiniones de los principales industriales, de parlamentarios y de funcionarios de la administración, qué es lo que está ocurriendo con el aumento
irregular de importaciones de basura plástica en Ecuador. Más allá de la recolecta de plásticos por recicladores informales, ¿a qué se debe este alarmante aumento de la importación de desechos de otros países, principalmente de EE. UU.? Una explicación es que China ha prohibido hace pocos años la importación de esos desechos y, por el contrario, parece haberse convertido en exportadora.
Este libro da pues mucha información contrastada y levanta algunas preguntas que no tienen respuesta por ahora sobre un tema que no es solo ecuatoriano sino mundial. Este libro es, sin duda, muy importante.
Joan Martínez Alier
ICTA–Universitat Autónoma de Barcelona
Editora:
María Fernanda Solíz Torres
Equipo de investigación:
Susana Morán Gómez
Alianza Basura Cero Ecuador
Área de Salud, Universidad Andina Simón Bolívar

