DECLARACIÓN PÚBLICA DE GAIA EN REPUDIO A LA BRUTAL REFORMA A LA LEY DE BASURA CERO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES 4 DE MAYO 2018

La Ley Basura Cero de la Ciudad de Buenos Aires fue aprobada en el 2005, fruto de un proceso largo de reflexión y participación de los más diversos sectores. Gracias a su gestación era una ley respetada y querida por muchos, a pesar de la falta de voluntad política que sufrió para su implementación. La ley no solo prohibía la incineración de residuos urbanos, también consideraba la minimización, la separación en origen, educación, metas de reducción  y la construcción de sistemas de recuperación y reciclaje donde el rol de las cooperativas de recicladores era protagónico.

El segundo capítulo de esta larga historia comenzó el 3 de mayo, cuando tras un proceso que evadió por completo la participación ciudadana, rápido, desinformado y con nulo debate, una reforma a la Ley aprobada borró dramáticamente el espíritu de la Ley de Basura Cero original, al remover la cláusula que actualmente impide incinerar residuos sólidos urbanos. La reforma nunca fue presentada en la comisión multisectorial de seguimiento de la propia Ley de Basura Cero, cuerpo creado por la propia ley donde se discuten las cuestiones referidas a la implementación de la misma.

El gobierno permite la valorización energética como tecnología posible para la aplicación de la ley y el gobierno afirma que priorizará el reciclaje. Es más, en el texto se señala que solo se incinerará lo que no se recupere a través de la recolección diferenciada. ¿No es aquello precisamente a lo que aspira el espíritu de la ley que acaban de hacer desaparecer?

La Alianza Global para Alternativas a la Incineración GAIA y todos sus miembros en el mundo hacemos manifiesta nuestra decepción y preocupación por este proceso y sus resultados. Al remover la cláusula que impedía la incineración ésta ya no es una Ley de Basura Cero, pues el concepto Basura Cero excluye esa tecnología y sus variantes.

Reafirmamos nuestra convicción sobre lo nefasta que es la incineración como tecnología para el manejo de los residuos. No solo es una fuente de emisiones nocivas para la salud y el ambiente, sino que es altamente costosa e incompatible con la recuperación y el reciclaje pues para generar energía requiere de un flujo permanente de materiales con alto poder calorífico, entre los que se encuentran precisamente los que tienen como destino el mercado del reciclado. De esa forma, en este modelo insustentable, la población recicladora queda excluida también.

Reafirmamos nuestro compromiso y trabajo por la protección de la salud de las personas y el ambiente, con las comunidades y con los recicladores y recicladoras que se verán afectados por esta decisión.

Nos sumamos a las variadas manifestaciones de repudio a esta reforma, desde los más diversos sectores, y nos preguntamos ¿quién estaba a favor de ella?. Si prácticamente todos los sectores de la sociedad manifestaron su oposición a este proyecto, ¿a quién realmente están representando los legisladores?

Consejo de Organizaciones Sociales de la Defensoría del Pueblo (cerca de 50 organizaciones y un número similar de personas comprometidas): “La prohibición a incinerar garantiza que los recursos destinados al manejo de residuos se inviertan precisamente en los circuitos de recuperación, y no en tecnologías que permitirían reducir las toneladas dispuestas más rápidamente, pero por un camino equivocado y contrario a la jerarquía de manejo de residuos”
Facultad de Agronomía de la UBA: “Invitar al Gobierno de la CABA a invertir recursos en políticas públicas sostenidas en etiempo, consistentes con lso objetivos de la ley, para reducir la generación de residuos diferenciada, fortalecer el trabajo de los recuperadores urbanos y fomentar la industria del reciclado…”
Cooperativas de Cartoneros: “este es un atropello que tiene consecuencias nocivas para el ambiente y la salud de los ciudadanos, y que pone en riesgo el trabajo de todos los cartoneros y cartoneras de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.”
Curas Villeros: “Es preocupante si se quema el material reciclable, ya que muchos cartoneros lo necesitan para ganarse su medio de vida, su sustento”, dice el documento, enviado a los legisladores porteños y difundido a toda la comunidad. “Las iniciativas de organización comunitaria de cartoneros y otros rubros, por el compromiso que tienen, logran incluir a muchas personas y familias que una empresa privada no podría contener”
Cámara de la Industria de Reciclados Plásticos: “la promoción de la combustión de residuos sólidos promueve la extracción de recursos renovables y no renovables, generando un mayor consumo energético”
Investigadores de universidades nacionales “Es deber de la política pública respetar el orden de jerarquía en las acciones a emprender en materia de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y en los presupuestos asignados a cada tipo de tratamiento.”

Insistir en imitar recetas contaminantes como la incineración, que ni siquiera han dado resultados alentadores en cuanto a controlar la generación y disposición de residuos en los países “ejemplo” no tienen sentido. Es el caso de Dinamarca, el país donde en porcentaje más se incinera en Europa, y el país que más residuos per capita genera en Europa también. ¿Es eso lo que buscamos?

Mientras Europa inicia una etapa de autocrítica y reparación, como el reciente voto del Parlamento Europeo a favor de detener los subsidios para la quema de residuos mezclados que se ha venido entregando y con ello corregir los incentivos que han llevado a los residuos reciclables a ser incinerados, las autoridades nos hacen suponer que este es el salvavidas final al desafío que nos imponen los residuos. Ya desde el año 2012, Europa cuenta con un Mapa de Eficiencia de los Recursos de la UE que, “considerando la jerarquía de los residuos y la necesidad de traer los residuos no aprovechables a cero”, llama a la Comisión a hacer propuestas con el objetivo de “introducir gradualmente la prohibición a rellenos sanitarios en Europa, y la desaparición para el final de la década de incineración de reciclables y compostables”.

Enfrentamos crecientes desafíos cuando de la generación y disposición de residuos se trata, y reafirmamos que basura cero es el único camino posible para la construcción de una relación de respeto y gratitud activos frente a lo que nos ofrece el planeta.

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