De basura cero a cero emisiones
Por qué reducir los residuos es clave para combatir el cambio climático
El nuevo informe de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA) proporciona la evidencia más clara y completa hasta la fecha de cómo una mejor gestión de residuos es fundamental para la lucha contra el cambio climático, al mismo tiempo que aumenta la resiliencia, crea empleos y promueve economías locales prósperas.


Avales
Estudios de casos de ciudades
El informe de GAIA modeló las posibles reducciones de emisiones de ocho ciudades de todo el mundo. Descubrieron que, en promedio, estas ciudades podrían reducir las emisiones del sector de desechos en casi un 84 % al introducir políticas de cero desechos, con algunas, como São Paulo y Detroit, capaces de alcanzar emisiones netas negativas para 2030.


Bandung, Indonesia
La principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad es la materia orgánica en los vertederos.


Dar es Salaam, Tanzania
En el escenario Road to Zero Waste, Dar es Salaam lograría un aumento en la tasa de desvío general del 0 % al 50 %, evitando las emisiones climáticas anuales en 1,889,583 2030 XNUMX toneladas en XNUMX.


Detroit, Estados Unidos
Mediante el empleo de prácticas de desperdicio cero, Detroit podría lograr emisiones sectoriales netas negativas para 2030.


Durban, Sudáfrica
En el escenario Road to Zero Waste, eThekwini lograría un aumento en su tasa de desvío general del 11 % al 47 %, evitando las emisiones anuales de GEI en 1.5 toneladas para 2030.


Lviv, Ucrania
Los activistas de basura cero en Lviv, Ucrania, están ayudando en la respuesta de emergencia. La ciudad podría reducir las emisiones de GEI de su sector en un 93% en 2030.


São Paulo, Brasil
São Paulo podría lograr emisiones negativas netas en el sector para 2030, mientras crea miles de buenos empleos para el sector informal de residuos.


Seúl, Corea del Sur
La mayoría de las emisiones del sector de desechos de Seúl provienen de la incineración de desechos.


Temuco, Chile
Temuco lograría un aumento en la tasa de desvío general de 2% a 55%, evitando emisiones anuales de GEI en 64,000 toneladas en 2030.