Tragedia en Etiopía: cero residuos podría haber salvado la vida de los recicladores

GAIA, 15 de marzo de 2017. Más de 70 recicladores murieron y otros siguen desaparecidos después del colapso de toneladas de desechos en el vertedero Koshe de Addis Abeba, Etiopía, el sábado pasado. El relleno sanitario recibe residuos de la capital etíope desde hace más de 50 años, aunque durante más de 7 años han sido conscientes de la incapacidad del relleno sanitario para seguir funcionando.
Esta tragedia es la última de una larga lista de accidentes provocados por el funcionamiento de vertederos e incineradores, y una clara señal de que algo drástico debe cambiar. Actualmente, se está construyendo un incinerador de residuos. Sin embargo, al igual que los vertederos, los incineradores son muy propensos a incendios, accidentes y contaminación que es peligrosa para la salud humana. Si las autoridades continúan con la construcción de un incinerador o cualquier otra tecnología que intente manejar una cantidad cada vez mayor de desechos, se han perdido una lección importante de esta tragedia cuando se trata de desechos: la única forma de proteger la vida y la salud es reducir los residuos que generamos e invertir en estrategias de cero residuos.

En el Sur Global, los recicladores están trabajando para expandir sus actividades de recuperación de materiales, y hay cientos de historias de colaboración exitosas entre las cooperativas de recicladores y las instituciones locales. Desafortunadamente, este no es el caso en Addis Abeba.
Desde que se identificó el problema de los residuos en la ciudad, se perdieron años valiosos durante los cuales se podrían haber implementado sistemas cero residuos, así como programas que habrían dignificado y mejorado la seguridad de los recicladores. La presión de las autoridades locales para cerrar el vertedero de 50 años y construir una instalación multimillonaria de conversión de residuos en energía se produjo a expensas del salario digno de los recicladores, que perdieron su única fuente de ingresos cuando el incinerador comenzó a construirse.

Negociaciones que culminaron con la aprobación de una incineradora que ha demorado años en construirse, que aún no está en operación, y que apunta a quemar el 80% de los residuos, con un costo de inversión de millones de dólares. En lugar de estas tecnologías, plagadas de fallas en todo el mundo, la ciudad podría estar invirtiendo en programas de educación y difusión para el reciclaje y compostaje con la incorporación de recicladores que, abandonados a su suerte, hoy están enterrados bajo los desechos que la ciudad trató de esconder.

Si bien la operación de sistemas avanzados de recuperación de materiales administrados por los municipios es común en los países industrializados, en el Sur Global la mayoría de los recicladores son autónomos, principalmente en la economía informal, y recuperan artículos reutilizables y reciclables. De esta manera, el reciclaje proporciona medios de vida a 15 millones de personas en todo el mundo, el 1% de la población del Sur Global.

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