El camino hacia un tratado global de plásticos: GAIA a la cabeza de la historia

Por Claire Arkin, coordinadora comunicaciones globales.

Era un hermoso día de primavera en París: el sol brillaba, los pájaros cantaban y los miembros de GAIA de todas partes se reunieron en el histórico edificio de la UNESCO para abogar por el ambicioso tratado global de plásticos que podría cambiar el curso de la historia. 

¿Qué es el Tratado Global de Plásticos?

Gracias al trabajo incansable del movimiento #breakfreefromplastic y los miembros de GAIA en todo el mundo, en marzo de XNUMX, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente decidió un mandato para crear el primer tratado de plásticos, una ley internacional legalmente vinculante destinada a reducir la contaminación plástica en todo el mundo, que cubra el ciclo de vida completo del plástico. Este es un paso histórico en la lucha contra la contaminación plástica, y no hubiera sido posible sin un movimiento diverso de recicladores, activistas comunitarios de primera línea e impulsores de iniciativas basura cero que exigen un cambio sistémico.

Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer: habrá una serie de reuniones (llamadas Comités de Negociación Intergubernamentales o INC) hasta fines de 2024 durante las cuales tomará forma el tratado. GAIA y nuestros aliados estarán presentes durante la totalidad de las negociaciones para asegurarse de que nuestros problemas estén representados, pero se necesitará una presión continua de personas de todo el mundo para garantizar que obtengamos un tratado sólido que se ajuste a la escala de la crisis. 

Dicho tratado debe incluir objetivos de reducción de plástico, erradicar los tóxicos, excluir falsas soluciones como la incineración, el "reciclaje" químico y los créditos de plástico, ampliar las soluciones de basura cero como la reutilización y centrar una transición justa para los recicladores y otros grupos en la primera línea de la crisis.

Los miembros de GAIA exigen un lugar en la mesa

Desde el primer día, pusimos las voces del Sur Global como prioridad en una conferencia de prensa donde nuestros miembros hablaron enérgicamente sobre cómo las comunidades en el Sur Global están tanto en la primera línea de la crisis de la contaminación plástica como a la delantera de las soluciones y, por lo tanto, deben ser reconocidos como actores clave en las negociaciones. 

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) envió el mensaje opuesto cuando, a dos semanas de que comenzaran las negociaciones y los miembros de GAIA habían planeado volar cientos de kilómetros, con altos costos asociados, anunció que solo permitiría la entrada a una persona por organización de la sociedad civil, cerrando la puerta en la cara a los líderes indígenas, activistas del sur global, jóvenes, científicos y ONGs. 

Ante esto, la sociedad civil organizó una acción fuera de la UNESCO, y una vez que dejamos en claro que nuestras voces no podían ser ignoradas, el PNUMA cambió el tono permitiendo mayor acceso para que los observadores ingresaran al edificio. 

“Los problemas de acceso restringido impactan desproporcionadamente a las comunidades de primera línea, de bajos ingresos y más afectadas del Sur Global, que además son las que tienen mayor interés en las negociaciones en curso para un acuerdo internacional contra la contaminación plástica. Esta es una clara violación de las propias reglas del PNUMA respeco a la participación de las partes interesadas. .” -Arpita Bhagat, oficial de políticas de plástico para la región de GAIA Asia Pacífico.

Procrastinación del tratado de plásticos

Durante los dos primeros días, el progreso fue rehén de un pequeño grupo de países productores de petróleo y plástico, que plantearon problemas de procedimiento al retrasar las discusiones sobre el contenido real y tener poder de veto sobre el texto del tratado abogando solo por el consenso, sin oportunidad de votar si no se puede alcanzar el consenso. 

Esto va en contra del estándar establecido en otras negociaciones internacionales como el exitoso Convenio de Minamata sobre el mercurio, y en concreto, permite que un solo país retrase aún más o incluso bloquee por completo la capacidad de la comunidad internacional para lograr un tratado sólidomientras se llega a la meta. Después de dos días de pérdida de tiempo, los países finalmente acordaron temporalmente dejar para más adelante el debate, lo que significa que este tema causará más demoras en los futuros INC. 

Sin embargo, hubo algunos rayos de luz, ya que algunos países se enfrentaron al hostigamiento del pequeño grupo de estados miembros que obstaculizaban el proceso, sobre todo México y Senegal. 

La influencia de la industria en aumento

El INC-2 recibió al menos a 190 lobistas de la industria, que utilizaron su acceso y recursos para socavar los llamados a la reducción del plástico al promocionar soluciones tecnológicas como el 'reciclaje' químico y los créditos de plástico, mientras que las comunidades de primera línea, los recicladores, los pueblos indígenas, los jóvenes y otros miembros de la sociedad civil, que son los más afectados por la contaminación plástica tuvieron oportunidades muy limitadas de ser escuchados.

Una frase común escuchada en las negociaciones fue “economía circular”– sin embargo, esa frase está en peligro de ser cooptada por la industria para mover la conversación hacia el reciclaje de plástico y alejarla de la reducción y la reutilización. Si bien el reciclaje tiene su lugar, el plástico es inherentemente un material no circular, por lo que una economía circular debe significar un cambio hacia otros materiales más seguros y reutilizables.

Una de las falsas narrativas más preocupantes que la industria del plástico está vendiendo es que el el "comercio" de residuos plásticos que ha estado contaminando a las comunidades del Sur Global durante años, debería seguir creciendo, y que este colonialismo de la basura es de alguna manera bueno para las economías de los países en desarrollo, y que se puede "reciclar químicamente" y subsidiarse a través de créditos de plástico.

 La verdad es que este tipo de esquemas conducen a que se arrojen más desechos en los patios traseros de las comunidades del Sur Global, más plástico incinerado en hornos de cemento, más aire contaminado que ingresa a los pulmones de las y los niños y más producción de plástico que pone en peligro el clima. Los miembros de GAIA continuarán luchando contra la influencia de la industria en los INC y exigirán que los Estados miembros representen a las personas más afectadas por la contaminación plástica, y no a la industria que se beneficia de ella.

¡Poder popular para un tratado de plásticos!

Líderes indígenas de todo el mundo se reunieron en un evento auto gestionado del INC-2 , llamado Native Nations Rising, para exponer la contaminación plástica como otra forma de colonialismo, y ​​enviar un importante mensaje a los líderes: no estamos separados de la naturaleza, SOMOS naturaleza.

Como dijo Juressa Lee de las tribus Te Uri o Tai, Ngāti Rangi, Tupapa, Ngatangiia: “Mis pueblos han estado viviendo con la tierra, el agua y el aire durante milenios. Es circular porque es reparador y regenerador. Los plásticos no son circulares. Dejemos que el Tratado global de plásticos refleje esta realidad.

A pesar de los intentos de excluirnos, nos aseguramos de que nuestras voces fueran escuchadas. Nuestra Ana Rocha, Directora de políticas de plásticos de GAIA, entregó una declaración en el plenario llamando a la reducción de la producción de plástico y a rechazar las falsas soluciones. La delegación de recicladores estuvo con toda la fuerza en París exigiendo una transición justa, para garantizar que la deuda histórica que el mundo tiene con los recicladores se refleje en el tratado final. 

“Acabar con la contaminación plástica no puede suceder sin nosotros, y este proceso de negociación del tratado debe centrar nuestras voces y experiencia para lograr una transición justa hacia ese objetivo”, dijo John Chweya de la Asociación Nacional de Bienestar de Recicladores de Kenia.

El camino hacia el INC-3

Si bien los primeros dos días de la conferencia fueron desalentadores, al final de la conferencia, los Estados miembros aprobaron un mandato para desarrollar el "borrador cero" del tratado, o en esencia el borrador que se convertirá en la base de las negociaciones del INC-3. La Secretaría también expresó su compromiso de garantizar que la próxima sede del INC pueda adaptarse al creciente interés de la sociedad civil para presenciar e intervenir en el proceso de negociaciones, para evitar los problemas de acceso en este INC. 

Pero mientras el proceso avanza, la amenaza de un mayor bloqueo en torno a las reglas de procedimiento se cierne sobre el INC-3, y podemos esperar ver estas y otras tácticas similares de demora y desvío que ralentizan el avance hacia el tratado de plásticos que el mundo necesita desesperadamente. Sin embargo, los miembros y aliados de GAIA se reunirán en INC-3 en Nairobi, Kenia, en noviembre, más decididos que nunca a asegurar una respuesta sistémica a la crisis de sobreproducción de plástico y su contribución al caos climático, el colapso de la biodiversidad, las desigualdades sociales y el peligro de nuestro planeta. 

Más información y formas para involucarse en nuestra página web.