Rodrigo Morales, México. © Redes sociales.
Las organizaciones firmantes manifestamos nuestro total repudio por el asesinato de Rodrigo Morales Vázquez ocurrido el jueves 2 de septiembre en Cuernavaca, capital de Morelos en México. Desde 2008 Rodrigo fue un férreo opositor al funcionamiento del tiradero de Loma de Mejía, a cargo de la firma PASA, responsables de la recolección de basura de Cuernavaca, el que fue reabierto y ahora operador por la empresa Trideza y KS pese a la oposición de la comunidad al no cumplir con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), ni con los requisitos requeridos por la autoridad.
Este caso tiene un largo historial. En 2008 la comunidad se opuso a la construcción del botadero, las obras sin embargo fueron concluidas un tiempo después, y en 2010 la administración municipal ordenó el cierre por las afectaciones ambientales a la ciudad.
La reciente reapertura del botadero reanudó las protestas, ya que la comunidad expone que el relleno de Loma de Mejía está contaminando los mantos freáticos y el Glacis de Buenavista. Rodrigo fue parte de la resistencia social de manera muy activa durante todo el proceso y en distintas ocasiones levantó la voz para señalar la corrupción y acciones indebidas detrás de este proyecto. Al mismo tiempo, se dedicó a la fotografía y administró un centro de acopio de residuos donde trabajaron emplearon a varias personas.
Este domingo, pepenadores, amigos y familiares despidieron a Rodrigo. “No vamos a dejar que el centro de acopio desaparezca, mostro”, prometieron.
El asesinato de Rodrigo sacude una vez más a los ambientalistas de toda la región y es una violación a los derechos humanos y un acto de feroz intimidación que no se produce en un contexto aislado. Es urgente en América Latina garantizar los derechos a la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y contribuir activamente a la creación de condiciones para la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a defender su territorio y vivir. en un medio ambiente sano.
Este acto bárbaro contra Rodrigo es una prueba más de la urgencia de detener el gigantesco e inescrupuloso negocio detrás de la gestión de los residuos en nuestro continente, orientado a la ganancia al corto plazo, alejado de la visión comunitaria, participativa y de protección de la naturaleza que son parte de las estrategias de basura cero que promovía Rodrigo y por la que trabajan muchas activistas en la región.
Exigimos justicia para Rodrigo y que se esclarezcan los hechos en torno a su asesinato.
No a la privatización de la basura.
Sí a la cooperación, participación y manejo bajo los principios de basura cero en nuestra región.
DECLARACIÓN PÚBLICA
ORGANIZACIONES CONDENAN EL ASESINATO DE RODRIGO MORALES, ACTIVISTA MEXICANO.
Septiembre 6, 2021.
Las organizaciones firmantes expresan su total repudio al asesinato de Rodrigo Morales Vázquez cometido el jueves 2 de septiembre en Cuernavaca, capital de Morelos en México. Desde 2008 Rodrigo fue un feroz opositor a la operación del relleno sanitario Loma de Mejía, a cargo de PASA, empresa encargada de la recolección de basura en Cuernavaca, que fue reabierta y ahora operada por la empresa Trideza y KS a pesar de la oposición de la comunidad, como lo hizo. no cumplir con la Evaluación de Impacto Ambiental (MIA), ni con los requisitos de las autoridades.
Este caso tiene una larga historia. En 2008 la comunidad se opuso a la construcción del vertedero, cuyas obras concluyeron tiempo después, y en 2010 la administración municipal ordenó el cierre por efectos ambientales en la ciudad.
La reciente reapertura del relleno sanitario renovó las protestas, ya que la comunidad expuso que el relleno de Loma de Mejía está contaminando capas de agua subterránea y el Glacis de Buenavista.
Rodrigo tuvo un papel activo durante la resistencia social durante todo el proceso y en distintas ocasiones alzó la voz para señalar la corrupción y las acciones indebidas detrás de este proyecto. Al mismo tiempo, disfrutaba de la fotografía y gestionaba un centro de recogida de residuos donde empleaba a varias personas.
El domingo pasado, recicladores, amigos y familiares se despidieron de Rodrigo. “No vamos a dejar que el centro de acopio desaparezca, hermano”, prometieron.
El asesinato de Rodrigo vuelve a estremecer a los ambientalistas de la región, es una violación de los Derechos Humanos y representa un acto de feroz intimidación que no ocurre en un contexto aislado. Es urgente en América Latina garantizar los derechos a la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones ambientales y contribuir activamente a la creación de condiciones para la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a defender su territorio y a vivir en un ambiente sano.
Este acto de barbarie contra Rodrigo es una prueba más de la urgencia de frenar el gigantesco e inescrupuloso negocio detrás de la gestión de residuos en nuestro continente, orientado al lucro a corto plazo, sin participación comunitaria y la visión de protección de la naturaleza que forma parte de las estrategias cero residuos impulsadas por Rodrigo y para el que trabajan muchos activistas de la región.
Exigimos justicia para Rodrigo y que se esclarezcan los hechos que rodearon su asesinato.
No a la privatización de los residuos.
Decimos Sí a la cooperación, participación y gestión bajo los principios de residuo cero en nuestra región.
Firmantes
GAIA, que agrupa a 800 organizaciones
BFFP, que agrupa a 2,400 organizaciones
RedLacre, que representa a los recicladores de base en América Latina