GAIA EN ASIA PACÍFICO
Falsamente culpada como fuente de contaminación y nexo de nuestra crisis del plástico, la región de Asia-Pacífico está llena de ejemplos que contrarrestan esta narrativa perpetuada por un sistema injusto de comercio de residuos entre países. El trabajo de GAIA en Asia Pacífico se centra en destacar y apoyar las numerosas soluciones innovadoras y locales de basura cero. Nuestro trabajo también pretende remediar las injusticias sistémicas del comercio mundial de residuos -que depende de mano de obra barata y normas de protección medioambiental más deficientes de los países en desarrollo-, deteniendo el comercio de residuos y poniendo fin a las tecnologías de combustión, como las incineradoras, exportadas desde países del Norte Global, China y Japón.


En 20 años, GAIA Asia-Pacífico ha conseguido cerrar 19 proyectos y propuestas de incineradoras, ha influido en los gobiernos para que destinen un presupuesto anual a la inclusión de recicladores y a los centros de basura cero en varias ciudades, ha reforzado la legislación de responsabilidad extendida del productor mediante auditorías de marca en India y ha implantado prohibiciones de residuos plásticos en toda la región.
Las Campañas actuales
#NoTrashTalkADB
Durante los últimos 2 años, GAIA Asia Pacífico se ha involucrado con miembros y aliados en el trabajo contra la incineración y la desinversión a través del cabildeo con las IFI, acciones en línea y fuera de línea y compromisos con los medios. Hicimos sentir nuestra presencia durante el Foro de Energía Limpia de Asia (ACEF) en 2021 y 2022, el Foro de ONG sobre la Lucha de la Red ADB por 1.5, la Reunión Anual de la Junta de Gobernadores en 2022, discusiones sobre Políticas de Salvaguarda y, más recientemente, un foro comunitario y una carta abierta pedir a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) que se deshaga de las incineradoras.
El Tratado Global de Plásticos: Perspectivas de Asia Pacífico
El Comité de Negociación Intergubernamental sobre Contaminación Plástica o INC 2, 3, 4 y 5 se llevarán a cabo en los próximos dos años. Si bien algunos ven esto como una oportunidad para impulsar nuestro trabajo con los plásticos, otros lo ven como un acto de boquilla para un tratado sin compromisos vinculantes de los países para realmente poner fin a la contaminación plástica.